El que no sabe es como el que no ve

20 02 2020

Si llevas más de 50 años como yo dedicado a la práctica y estudio de la pintura y sus evoluciones estilísticas, lo normal es que hayas visto innumerables muestras de todo tipo, tanto individuales como colectivas y hayas concurrido a un buen número de certámenes, e incluso hayas sido convocado para ejercer de jurado en ocasiones.

Y es sorprendente lo que uno ve, que concurre en las distintas muestras e incluso en museos, que el eclecticismo rampa en abundancia, pero no es eso tan malo, pues habla de una riqueza en las distintas formas de expresión. Lo peor es la falta de coherencia en la admisión de lo que va a ser exhibido, dándose con harta frecuencia que junto a obras de una muy alta calidad, se muestran obras que desmerecen la muestra en su conjunto, restándole valor o nivel artístico,

¿Por qué ocurre esto? Sencillo: porque el que no sabe es como el que no ve, y personas que forman parte de los jurados o comisarios (curadores es la palabra de moda), pues tienen graves carencias de conocimientos, especialmente técnicos, y claro, a pesar de sus titulaciones, másteres, un respetable grado de erudición e intelectualidad, por desgracia en cuestiones técnicas adolecen de conocimientos y patinan, dando entrada a la exhibición a verdaderas obras de aficionados sin el más mínimo oficio y carentes del mínimo exigible para ser presentado al personal. Otras veces, es el enchufismo, un mal muy arraigado en nuestro país y en otras ocasiones son muestra abiertas, donde no hay selección y el ansia de los neófitos por exponer, sin tener el mínimo decoro para practicar una auto exigencia, o preguntar a personas experimentadas, si la obra es presentable, nos da como resultado muestras colectivas con obras verdaderamente impresentables, devaluando el nivel y prestigio de ciertas muestras.

Pero claro, como dije anteriormente, el que no sabe es como si estuviera ciego y no sabe ver graves defectos de ejecución, y esto pasa incluso en museos e instituciones de prestigio, donde los supuestos eruditos o intelectuales por el hecho de serlo se creen en el derecho y con la autoridad, de dar carta de naturaleza a obras de baja calidad, por el mero hecho de que la firma es muy conocida, poniéndose quien así actúa en evidencia, pues uno puede ser un erudito de la historia, pero no saber nada de estrategia militar, de muchas batallas libradas en la historia que ellos dominan, pues este ejemplo traspolado a la pintura estoy cansado de verlo y oírlo, que gente con una cultura de muy respetable nivel al carecer de conocimientos técnicos con demasiada frecuencia se expresan y emiten juicios erróneos, con el resultado de valoraciones totalmente descabaladas, unas veces sobrevalorando y otras subestimando, ya dije que hay que saber ver… cosa harto compleja, dada la subjetividad y la época en que vivimos en la que impera el todo vale, la incoherencia por desconocimiento y por intereses espurios en otras ocasiones.

Sería deseable que los neófitos se aplicaran un poco más de exigencia antes de volverse locos por exponer, y que los supuestos entendidos, estudiaran un poco más de técnicas para ejercer su labor con bastante más equidad y justicia, la cual brilla por su ausencia desgraciadamente.

No cito ningún nombre, para que nadie se ofenda, pero cada cual que se lo aplique en su medida.

Pedro Ortiz

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